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Mostrando entradas de 2009

Entre el destino y el instinto

Hoy tengo un día de locos, es el cumpleaños numero 10 de Ana y ella insistió en que sea yo quien organíce la fiesta. Así que como aun me quedan mil cosas por hacer, haré un momento para relajarme mientras me tomo mi café mañanero y porque no! les cuento una historia. T arde de domingo, el sol resplandecía en el cielo barcelonés mientras que el otoño pintaba de marrón las veredas del paseo marítimo. Yo leía mientras respiraba lento el olor a sal, disfrutando las palabras del maestro por excelencia. Distraida por una historia que presagiaba final. Una pequeñaja se acerco a mi, era una nena flacuchita con el pelo al viento y carita pecosa, me miraba con sus ojos verdes grandes y su sonrisa dibujaba una mueca. -Hola -Hola, como estas? -Estoy bien, que lees? -Es un cuento -Y de que? -De un abuelo que cuenta historias de cuando era pequeño como tu. -Ahhh y ese abuelo tiene nombre? La nena no dejaba de hacer preguntas, mientras me miraba con sus ojos bien abiertos. - Estas perdida? -No, estoy

¿Porqué sera?

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Alguna vez se han preguntado el porque de la cosas simples. Esta noche no tengo ganas de cocinar, tengo ensalada desde la punta de mi ultimo riso hasta la uña del dedo gordo. Trato de hacer una vida sana así que procuro que nunca falten las frutas y los zumos nutritivos, pero hoy me apetece algo chatarra... Ya esta! Un pancho brasileño , frankfurt con mucha mostaza, mayonesa, keptuch y parmesano (Una autentica guarrada ), pero sin duda que no llego a los tallarines con mayonesa que comía cierto ex novio. Parada en la góndola en el supermercado busco los frankfurt , hay tanta variedad que para conseguir uno similar al schneck de toda la vida, tengo que pasar por las de pavo, las de pollo las rellenas de queso, las light , las de tofu (si hay de tofu ) las mini , las super grandes... -Al fin allá atrás están , Clásicas !! Las pongo en el carro y voy en busca del pan. Pan de viena por supuesto, aunque yo aun insisto en llamarle pan de panchos. Ya en casa, sacando la compra de

Que bueno verte

Hoy me tome mi primer café para templar el cuerpo, mientras escuchaba algunos de los clásicos de los 80`, un escalofrío me subió por la espalda, todavía me estoy preguntando si fue esa canción, que me llevo a pensar en ti, o el aire que entraba por la ventana del salón dándole la bienvenida al otoño. Es increíble como canciones que crearon antes de que yo fuera personita, pueden llegarme tan hondo, supongo que algunos estamos predispuestos para adaptarse a lo nuevo y otros simplemente para apreciar la belleza de lo ya creado, redescubriendo cada día lo nuevo en lo viejo. Con respecto a ti, lo siempre, estas ahí, aunque no te vea, aunque no te sienta, aun y a pesar de todo estas ahí. Respirando el mismo aire de la mañana. A veces es triste, la mayoria del tiempo es bello, pero siempre es vida y que hay mas hermoso que la vida?

Tan hondo

Entramos al mismo restauran Sirio de todos los domingos. No, no es que seamos colegas de la rutina, solo es el único lugar que a las 17:30 de la tarde nos dan de comer, con alegría. La camarera China nos sienta en la misma mesa cada semana. Desde que somos asiduos a este sitio me suelo hacer la misma pregunta ¿que hace una camarera china en un bar típico Sirio, no tengo ni idea!, pero es tan simpática que no se extrañan las bailarinas del vientre, que vienen entonando canciones al compás de las caderas... (Eso sonó a canción melosa de principio de los 90`), mis palabras ultima mente ya esta rosando lo chabacano, diría que a cierta edad uno pierde los complejos, pero estaría siendo demasiado exagerada para mi gusto. Junto al ventanal estábamos estos cinco desconocidos , un cuarentón que ve el mundo con ojos de sonador, una realista en espera del abrazo, que aun piensa que existe la normalidad, un joven de ojos tibios, corazón caliente pero manos frías, un juerguista de cuidado cuya tern

La frase del día

Las mujeres somos una especie rara, (Increíbles), pero raras al fin, no voy a ponerme a analizar el complejo mundo de la fémina, se me pasaría la vida y aun así tendría cosas que agregar, Pero hay un aspecto que no me deja de sorprender, ¡nuestra capacidad infinita de emocionamos con la trapitos de la nueva temporada!, ahora, cuando vemos el precio se no va la moral al suelo y optamos por contenernos, siempre y cuando no tengamos una feria o mercadillo cerca. Porque en ese punto, nos regresa la alegría y ya no hay vuela atrás. Entre en el mercadillo , e inmediatamente salto un recuerdo de los paseos dominicales por las ferias en Montevideo . Karma el del inmigrante, los pequeños detalles te disparan a la tierra natal. Mientras yo hacia el viaje mental... -Compre señora, compren nenas, esta regalado, a mejor precio no lo va a encontrar! Los dotes y simpatía del Gitano hicieron que mi pequeño paseo, perdieran importancia, y el carisma de este joven ocupara toda mi atención, su diente t

Humor negro

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Siete de la mañana, el tumulto de personas colapsaban las puertas de la estación de trenes, los murmullos brillaban por su ausencia pero el constante repiqueteo de los zapatos, hacían casi imposible no imaginar una manada. Las dos amigas corrían por la estrecha vía, tratando de impedir que el tiempo no se escapara, un brinco y arriba. Encaminadas hacia su destino y con una sonrisa se embarcaron. Las conversaciones vanales se sucedieron mientras el resto del pasaje, adormesido y con cara de pocos amigos no dejaban de mirar a las dos chicas, como si la alegría a esta hora de la mañana casi fuera una falta de respeto. Casi sin querer las jóvenes , estaban sumergidas en una platica sin igual, tiempo, política, trabajo, amantes y amores. - Dime ... ¿Como te fue con el chico, que saliste anoche? -Muy bien, es un hombre muy inteligente, agradable, simpático y con una cuota de ternura. - Pero tengo una curiosidad... ¿Era tan feo, como en la fotos? - Si, pero sabes que.. El Hombre feo es como e

Cambio seguridad por mariposas en la panza

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Después de un día duro de trabajo ella llego a su casa, el trayecto en metro había sido pesado y el aire espeso, repleto de humedad enfatizaba el cansancio del día. Abrió la puerta, pensó en el largo día, y tomo la sensata decisión de irse a la cama. Dejo que la ducha hiciera de nana y que los aceites de Melisa le ayudaran a descansar. A medida que conciliaba el sueño, su mente en blanco escuchaba lejano todos los sonidos del hogar. Entre grises y blancos luminosos, empezó a disfrazar una suave música que venia de la ventana, casi adormecida con una sensación de impoluto placer, se entrego a los brazos de Morfeo como si su vida dependiera de ello. Exactamente las tres cuarenta y dos, así marcaba el reloj encima de su mesa de noche, el camión de la basura callo las voces cálidas de sus sueños. Lentamente se incorporo y se dirigió hacia el salón, en un acto reflejo tomo la cajilla de cigarros que cuidadosamente dejaba en aquella vieja biblioteca azul. Prendió un cigarrillo y pensó, &quo