El niño
El niño sentado en el bordillo de la calle, sus ojos azules como bolitas miran a lo lejos una pelota que va de pie a pie. Se muerde el labio inferior, piensa en levantarse. Sacude la cabeza y acomoda su mechon negro de pelo.
Hace un amague como si algo lo empujará, se arrepiente y vuelve a caer en la acera. Se rasca un ojo y emite un suspiro.
Mientras yo lo veo correr y gritar a los cuatro vientos ¡Yo también quiero jugar!, el sigue sentado esperando....
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